La presencia a lo largo de la educación y el desarrollo de tus hijos.
A través de la presencia…
No hagas el camino a tus hijos,
prepáralos para el camino.
Una palabra que nunca había tenido tanta fuerza en mí, como hasta hace casi cuatros años.
La maternidad me cambio todo, mi manera de pensar, de ver, de creer, de querer, de comunicarme, yo he sufrido este gran cambio y nueva visión de la vida, ¿y tú?
Cuando hablo de presencia, vienen a mí recuerdos tan bonitos como llegar del colegio y ver a mi madre en la parada del autobús, esas meriendas cargadas de amor, estar en casa con mi madre y mi hermana o esperar desesperadas a que llegase mi padre del trabajo.
Tengo que decir que por suerte mis padres han estado presentes en todo momento.
Y cuando hablo de presencia, no me refiero a estar como si no estuvieras, hablo de atención, cuidados, compañía, escucha y acompañamiento.
Cuando estábamos enfermas, cuando teníamos deberes, cuando hablábamos de lo que nos había pasado en el colegio, cuando reíamos, nos enfadamos, llorábamos y nos volvíamos a encontrar en calma, en definitiva en cada día y en cada momento.
Tal vez fue un gran esfuerzo para ella, mi madre, a nivel profesional, porque es verdad que dejo todo por nosotras y la sociedad no estaba ni está en esto de conciliar.
Recuerdo hace casi tres años a una persona que me dijo “tú lo que tienes que hacer es ponerte a trabajar y dejar a tu hija con sus abuelos”, ¡atrevida verdad!. Por supuesto tuvo una respuesta a su potente afirmación. Yo sé que con sus abuelos está muy bien cuidada, pero mi pequeña necesita la presencia de su padre y de la mía. Y así lo hacemos. Nunca jamás en mi vida había estado tan segura de lo que sí quería.
Cree en ti, en tus decisiones, en tus necesidades, en tu intuición. Crece en familia, reeduca tu vida en pareja, comunícate para que te pueda entender y saca lo positivo de los comentarios ajenos aunque te hieran.
Esa persona cual consejo no llego a mi, así lo había hecho a lo largo de su vida, para ella estaba bien hecho. Salió a trabajar, a ganarse el pan de cada día. Para ella, con su presente y con su pasado consideraba que era una obligación, una seguridad y un futuro para los suyos. Pero yo no lo considero así.
Lo que hay detrás de una persona, marca su presente, pasado y por supuesto su futuro.
Necesité presencia y doy presencia. Dar presencia a nuestros hijos es dar seguridad, sentimientos, conexión, escucha, palabras, diversión, compañía, educación, es crear unos cimientos firmes que darán sus frutos en un futuro muy cercano.
Y tú ¿qué necesitas y que das?, ¿eres consciente de tu pasado?,¿ vives tu presente?. ¿Como caminas hacia el futuro?. Así caminarán los tuyos.
No hagas el camino a tus hijos, prepáralos para el camino. Eso se hace con presencia.