Fuera problemas, dentro soluciones.

Lo que debes de saber para solucionar tus problemas.
4 pasos que te llevarán a descubrir la SOLUCIÓN.

 

Hasta no hace muchos años de cada vez que tenía un problema le daba vueltas y vueltas a ese problema, pero el problema no desaparecía, por el contrario parecía que cada vez se hacía mayor.
Cuando era niña y me enfadaba con mi madre tan solo pensaba en lo mal que lo había hecho y el dolor en vez de calmarse se hacía más grande.
Cuando algo me salía mal en el instituto intentaba ocultarlo porque buscar una solución me costaba, una solución con la que me sintiese bien y no más culpable.
Cuando mi hermana y yo nos enfadábamos empezaba el “y tú más”, nos centrábamos en el foco del problema.
Y así año tras año en diferentes situaciones, con la pareja, en el trabajo por ejemplo una mala organización y falta de tiempo a diario, sentirme culpable por una decisión poco acertada, el gran problema de adaptarme a los cambios, perder la paciencia con mi pequeña y no saber cómo evitarlo, etc.
¿A ti te pasa algo parecido a lo que me pasaba a mí?
La mayor parte de las veces los problemas o se hacen más grandes, o se dejan a un lado por no saber resolverlos.
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¿Qué cambio mi vida con respecto a los problemas?


Descubrir que la clave no está en el problema, coger el problema de la mano, sacarlo de mi cabeza y buscar una solución a la situación vivida.
¿Parece fácil verdad?, voy a ser sincera, del día a la noche los pensamientos o comportamientos que tenemos anclados en automático no cambian, pero se puede conseguir, para ello es necesario tener claros varios aspectos que te llevarán de verdad a ir tan sólo a por la solución.
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Pues requiere ser muy consciente para poder descubrir:


¿Cuál es el problema y cuál es la solución?
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Ahora que soy madre y coach de familia puedo ver como cada día en nuestras casas se repiten casi los mismos problemas:
Pelea con su amiguito.
No quiere comer.
Llora de cada vez que vamos al cole.
No comparte.
No se quiere vestir.
Se enfada cada vez que lo o la baño.
Reclama atención constante, no me para de llamar y llamar.
Muerde.
Si está en la etapa pre adolescente o adolescente:
Nunca salimos a la hora por su culpa.
No estudia.
No se asea sin obligarlo.
Se pasa el día arreglando se y nunca llega a la hora.
No da de comer a su mascota.
No colabora en las tareas domésticas sin ser obligado o obligada.
Desacuerdos con la pareja.
Falta de tiempo.
Necesidad de orden.
Y un largo pero muy largo etcétera.

 

Hoy te voy a proporcionar 4 P I S T A S para ver que cada problema al que te enfrentas trae una solución de la mano:
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La primera pista:


Ten presente tu sentimiento ante las diferentes situaciones y metas a las que te enfrentas cada día con respecto a la actitud de tu hijo, hija, pareja, compañero de trabajo, hermano o hermana, etc.
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Segunda pista:


Ten presente que la disciplina tradicional está centrado en enseñar a los niños o niñas a hacer lo que tú les dices, y eso mismo es lo que también te han enseñado a ti.
Con respecto a tu hijo o hija ¿Realmente quieres que sea un mandado o que tenga capacidad de decisión y opinión propia?
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Tercera pista:


La disciplina positiva se centra en enseñar a los niños y niñas a hacer lo que ellos deciden después de reflexionar sobre la situación y utilizar algunos criterios básicos, como el respeto y la utilidad para ENCONTRAR SOLUCIONES.
Cuando de esto haces o practicas tú. En ocasiones empezar por uno o una misma nos hace poder enseñar a los nuestros.
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Cuarta pista:


CÉNTRATE EN LAS SOLUCIONES EN LUGAR DE HACERLO EN LOS CASTIGOS.
¿CUÁL PUEDE SER LA SOLUCIÓN?

 

 

Ahora a ponerlo en práctica, espero que estas 4 pistas pueden llevarte al camino que buscar para solucionar tus problemas diarios.

En caso de necesitar acompañamiento contacta conmigo en info@laurabalado.com

 

Gracias por estar ahí.

Feliz día!
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Laura Balado.

 

 

 

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